UN SIMPLE SOMBRERO


Aletarga la espera de los sueños encallados
Disipando la rutina, emigrantes del pasado
Bifurcando sentimientos que aminoran ya tu llanto
Desprecios de las hadas del azufre y de lo amargo

Conjeturas perdidas en el manto del reflejo
Rebotando y traspasando el azul de aquel espejo
Colocando lo eterno en sucios azulejos
Una mañana, un sol, un simple sombrero

Ungüento para el alma, son caminos espinados
Se abren los cofres de recuerdos ya olvidados
Pues el tiempo no perdona, ni lo bueno ni lo santo
Mezquindades azul-violeta, un seguro engaño

Melodías y armonías descubren los sonetos
De los ciegos y olvidados, de un cantar ya muerto
Podando las rocas, resbalando en pleno hielo
Una mañana, un sol, un simple sombrero

Eternizando el odio, el mal se hace eterno
Mientras el amor, bien gracias, dentro de un ropero
Dolor intraocular sobreviene entre los cerdos
O réquiem de aullidos, alaridos, pulgas y perros

Un buen blues, trastoque espacial de cielos
Puertas y timbres, entre el jardín y el respeto
Cubriendo la alfombra, se llena el silencio
Una mañana, un soneto, un simple sombrero




Marcelo Miranda Loayza (c) 2009

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